lunes, 23 de noviembre de 2015

Testimonio de ex adicta recuperada



Testimonio de una adicta recuperada-Charla del Grupo Esperanza Viva en la Escuela DVS




Testimonios

"Hola, me llamo Eva y tengo 22 años. Probé la cocaína con 18 años por dos razones: por curiosidad y para que mi novio de aquel entonces me considerase "enrollada". Vaya falta de personalidad, pensareis,... pues sí. Ahora me doy cuenta de que a veces resultas más interesante cuando tienes tus ideas claras y tu propio criterio, pero en esos tiempos era una niñata. Nunca llegué a pasar de dos o tres rayas por noche, porque nunca me ha gustado perder los papeles, sin embargo,cada vez que salía me apetecía y, entonces, me empecé a asustar. No quería tener esa atadura, quería poder salir sin pillar, recuperar el control de la situación, así que me lo propuse y lo conseguí. Mi ex-novio, sin embargo, está super enganchado y sus colegas también. Alguna vez me los he encontrado y dan un poco de pena. Lo que antes me parecía interesante de él, ahora me parece inmaduro. Y, sinceramente, le auguro un final un poco trágico, porque no ha querido estudiar, se dedica a pasar coca y pastillas y como gana dinero no tiene ninguna otra aspiración.
Yo creo que no a todo el mundo le afecta la droga de la misma manera, unos acaban enganchados y otros se dan cuenta a tiempo y ponen el freno, pero lo que está claro es que entrar en este mundo es andar sobre arenas movedizas,porque no sabes en qué grupo vas a estar tú...y te aseguro que todo el mundo piensa que está en el segundo, (incluído mi ex-novio).
-Eva.

Testimonios


 "Tengo 24 años y de vez en cuando consumo cocaína y pastillas. Lo cierto es que me lo paso mejor, bueno, mejor dicho, pienso que me lo voy a pasar mejor, pero, en realidad, si lo analizo, no es así. El problema es que no tengo límite, cuando salgo, salgo hasta las mil, cuando practico deporte, lo hago hasta quedar reventado y cuando salgo, me pongo hasta que se acaba toda la bolsa. Luego, no puedo ni hablar, y menos aún, ligar, porque menudo susto se llevaría cualquier tía de verme en ese estado. Lo único que hago es bailar desenfrenadamente hasta que cierran. Cuando llego a mi casa, me siento mal, pienso que si mis padres lo supieran se sentirían poco orgullosos de mí. Me planteo que el próximo fin de semana ya no me voy a poner más, pero cuando llega, nos reunimos los colegas y volvemos a pillar. Pienso que no estoy muy enganchado, pero reconozco que a veces me da miedo que este círculo no se rompa nunca. En fin, yo no os voy a decir lo que debeis hacer, pero si pudiera volver atrás creo que no la probaría, para así evitarme estos quebraderos de cabeza."
Suerte a todos,

-M.

Testimonio

"Soy una chica de 20 años enganchada al cannabis.Nunca pensé que llegaría a esto. Al principio no le ves el riesgo, porque sólo consumes de vez en cuando. Lo peligroso es cuando recurres al cannabis para conseguir algo determinado. En mi caso es para relajarme. Al principio fumaba con amigos y nunca en mi casa, pero derrepente un día tuve un problema, que me puso muy nerviosa y decidí fumarme un canuto para relajarme. Esto es muy tentador, porque es más fácil fumarte un porro que aprender a relajarte, sobre todo para mí que soy muy nerviosa. Así que, a partir de ahí, cada vez que estaba nerviosa o que había pasado algo durante el día que no me había gustado, fumaba. Ahora me arrepiento, porque no se relajarme sin fumar y esto me hace sentir fatal. Tendría que haber probado otras vías, como el yoga, la relajación o haberlo consultado con un psicólogo, pero preferí optar por la vía fácil y ahora estoy pagando las consecuencias."

-E.C.H.

Testimonios

"La triste realidad es que era demasiado joven y me dejé llevar por las circunstancias y por qué no decirlo, por los amigos… A mis 17 años me veía allí plantada, inclinada sobre la mesa mirando aquel polvo blanco, "accedí a la invitación y esnifé mi primera raya de coca en aquella larga noche donde caerían los gramos a pares. Fue el principio de los 5 años que duró mi pesadilla, presa de mis mentiras, de robos de dinero en casa, de días sin aparecer ni dar señales de vida, de abandonar mis estudios, la culpable de los llantos y las penas de mis padres… Una agonía que mata en vida, pero es tu vida hasta que no decides lo contrario y quieres cambiarla.
Desear morir y morirte es lo mejor que te deseas cuando estás enganchado a la cocaína, no se puede vivir sin ella. ¿Alguien se imagina poder vivir sin aire? Los ataques de ansiedad te oprimen el pecho cuando te terminas la última bolsa, ya no hay más dinero pero necesitas más y más y más… Te desesperas, el corazón late con una fuerza descomunal, la nariz llena de sangre y heridas producidas por los cortes que genera la coca al esnifarla, no comes, no duermes, la depresión es tu pan de cada día… En el infierno se puede estar mucho mejor, creedme.
Ahora tengo 24 años, mi existir en este mundo ha cambiado desde que afronté mi enfermedad y abrí los ojos. Busqué el apoyo de mis familiares y ayuda en un CAD, junto con todos ellos y mis ganas de superación hoy puedo gritar que: SOY EX-COCAINÓMANA!!! Llevo 2 años y medio sin consumir y así me mantendré hasta el día que me muera porque mi vida vale más que ese maldito polvo blanco!!!"

-Mª José C.

Testimonios


"Empecé a fumar cannabis con 14 años, sólo lo hacía de vez en cuando y siempre en compañía. Nos reuníamos todos, supuestamente, para jugar a las cartas, pero en realidad lo que nos llevaba allí eran las ganas de fumar. Aunque esto lo veo claro ahora, porque antes creía que controlaba. Me encantaba esa sensación de pasarnos el porro, me hacía sentir muy unido a mi gente. Años después, comencé a fumar a diario, sólo por las noches, para acabar, más tarde, fumando entre seis y ocho canutos diarios. Se que muchos pensareis que no es tan grave, que los porros no tienen tantos efectos perjudiciales como otras drogas, y puede que así sea, (aunque hay informaciones muy dispares al respecto), pero lo peor es verte convertido en su esclavo. Yo no concibo la vida sin cannabis, no se estar en mi casa sin fumar, ni tampoco en la calle. Algunas novias que he tenido se han acabado cansando de mi apatía, de verme siempre tirado en el sofá, metido en mi mundo, porque en ese momento me apetecía más eso que salir a cenar con ellas. He pasado largas temporadas desconectado del planeta, fumado, metido en mi casa y sin llamar a nadie, porque nada me motivaba más, ni ver a mi gente, ni cualquier plan, que estar fumado. Es verdad que no todo el mundo acaba así, hay quien puede ser más moderado, pero hay otros muchos, como yo, que no sabemos, no queremos o no podemos. Espero que este no sea nunca tu caso. No vanalices la adicción psicológica al cannabis, puede ser igual o más fuerte que la de drogas aparentemente más peligrosas."

 - C

Testimonios de jovenes adictos


"Yo controlo". Esta es la famosa frase, la frase que tantas y tantas veces hemos dicho, yo no me engancharé, yo se de qué va esto, se hasta donde puedo llegar, a mi nunca me ocurrirá lo que a fulanito o a menganito, NUNCA.
Bueno, pues eso también lo pensaba yo, empiezas con unas invitaciones, luego ya te juntas con alguien y empiezas a pillar medio gramo, pero el círculo se va ampliando y de ponerte en alguna fiesta "muy especial" pasas a contruir fiestas y eventos todos los fines de semana por el simple hecho de que quieres volver a ponerte. Pasan, en muchos casos unos meses, en otros años. Fuí consumidora de cocaína durante 12 años y claro, YO TAMBIEN CONTROLABA.
MENTIRA, esto no se controla, después de 12 años de consumo, al principio esporádicamente y poca cantidad, al final caían los gramos como la nieve en la sierra, a puñados, terminas queriendo morir.
A día de hoy, después de más de 8 años limpia, puedo decir que se destruyó un matrimonio, una familia, muchas amistades, y mucha salud, pero hay formas de salir, hay especialistas, está la familia y sobre todo la fuerza de voluntad de cada uno.
Sólo digo una cosa, cuando se deja, la vida vale más, las pequeñas cosas valen más y tú mismo vales más, pero cuesta tanto dejarlo........, que nadie se engañe, esto mata, pero no sólo a la persona sino a todo lo que le rodea.".
Un saludo
R.M.Z.

Prevención de adicciones


Para prevenir el fenómeno adictivo se recomienda:

  • Integrar a la Familia en un ambiente de comunicación, respeto y confianza.
  • Establecer lazos de afecto y convivencia positiva con familiares, grupos de amigos,vecinos, maestros etc..
  • Reconocer a nuestros hijos los logros, habilidades y capacidades personales.
  • Crear el hábito del estudio, lectura y participación en actividades fuera de la escuela.


Recuerde que la autoestima de los menores se fortalece:
  • Demostrando interés por sus gustos.
  • Aceptándolos, sin compararlos con nadie.
  • Ayudándolos a obtener confianza en sí mismos, autovalorarse y quererse.
  • Aprovechando el tiempo libre para la convivencia con ellos.
  • Expresándoles cariño y respeto

Mantenerse limpio

La recuperación de una adicción a las drogas o el alcohol no termina con un programa de tratamiento de 6 semanas. Es un proceso para toda la vida. Para muchas personas encontrar un grupo de apoyo puede ayudarles a mantenerse limpias de drogas. Hay grupos de apoyo específicos para adolescentes y jóvenes. Encontrarás personas que han pasado por las mismas experiencias que tú, y tendrás la oportunidad de escuchar debates sobre la experiencia real con las drogas que no escucharías en tus clases de educación para la salud de tu escuela. 
Muchas personas descubren que ayudar a otros es también la mejor manera de ayudarse a sí mismos. Tu comprensión de lo difícil que resulta el proceso de recuperación puede ser de gran ayuda para apoyar a otros —tanto adolescentes como adultos— que estén luchando para superar una adicción.                                                     
Si tienes una recaída, reconocer el problema lo antes posible es esencial. Busca ayuda enseguida para no echar a perder todo el esfuerzo que pusiste en tu recuperación inicial. Y, si tienes una recaída, ¡nunca tengas miedo de pedir ayuda!

Consejos para la recuperación

Una vez empieces un tratamiento, sigue estos consejos para que el camino de la recuperación sea menos intrincado:

  • Comunica a tus amigos tu decisión de dejar de consumir drogas. Tus verdaderos amigos respetarán tu decisión. Esto puede significar que necesitarás encontrar un nuevo grupo de amigos que te apoyen al 100%. A menos que todos decidan dejar las drogas a la vez, probablemente no podrás seguir saliendo con los mismos amigos con los que consumías drogas.
  • Pide a tus amigos o a tu familia que te permitan recurrir a ellos cuando los necesites. Puede que necesites llamar a alguien en mitad de la noche sólo para hablar. Si estás atravesando un momento difícil, no intentes enfrentar el problema solo; acepta la ayuda que te ofrezca la familia y los amigos.
  • Acepta invitaciones a lugares donde sepas que no habrán drogas ni alcohol. Ir al cine es probablemente algo sin riesgo, pero probablemente será mejor que no asistas a una fiesta de un viernes por la noche hasta que te sientas más seguro. Planifica actividades que no impliquen la presencia de drogas. Ve al cine, juega a los bolos o asiste a clases de alguna actividad artística con un amigo.
  • Piensa de antemano que harás si te encuentras en una situación en la que hayan drogas o alcohol. A veces se presentará alguna tentación, pero si sabes cómo enfrentarla, no tendrás problemas. Establece un plan con tus padres o hermanos de modo que si llamas a casa utilizando cierto código, sabrán que tu llamada es una señal de que necesitas que vengan a buscarte enseguida.
  • Recuerda que tener una adicción no te convierte en alguien malo o débil. Si vuelves a caer en los viejos hábitos (tienes un desliz o una recaída), habla con un adulto lo antes posible. No hay nada de qué avergonzarse, pero es importante conseguir ayuda lo antes posible para que no se pierda todo el esfuerzo que has dedicado a tu recuperación.
Si estás preocupado por un amigo que tiene una adicción, utiliza también estos consejos para ayudarle. Por ejemplo, dile a tu amigo que puede hablar contigo si lo necesita u ofrécele tu apoyo. Si te das cuenta de que un amigo está recayendo, habla de ello abiertamente y pregúntale qué puedes hacer para ayudarle. Si tu amigo vuelve a caer en las drogas o a beber y no acepta tu ayuda, no tengas miedo de hablar con algún adulto comprensivo que no te parezca amenazante, como uno de tus padres o un consejero escolar. Quizá te parezca que estás delatando a tu amigo, pero es la mejor ayuda que puedes ofrecerle.
Sobre todo, anima y elogia tanto como puedas a un amigo que esté luchando para superar una adicción. Puede parecer algo sentimental, pero la motivación que justamente necesitan tus amigos es escuchar que son importantes para ti.

Conseguir ayuda


Si te parece que eres adicto a alguna droga o al alcohol, reconocer que tienes un problema es el primer paso para conseguir ayuda.

Muchas personas creen que pueden superar el problema solas, pero eso no funciona en la mayoría de los casos. Busca alguien en quien confíes para hablar. Para empezar, puede ayudarte hablar con un amigo o con alguien de tu edad, pero lo mejor para conseguir ayuda es que hables con un adulto que pueda apoyarte y entenderte. Si no puedes hablar con tus padres, podrías hacerlo con un consejero escolar, un familiar, un médico, tu profesor preferido o un sacerdote.

Por desgracia, superar una adicción no es fácil. Dejar las drogas o el alcohol probablemente será una de las cosas más difíciles que hayas hecho en tu vida. No es un signo de debilidad que necesites ayuda profesional de un consejero o psicoterapeuta especialista en adicciones. La mayoría de las personas que logran dejar las drogas o el alcohol necesitan ayuda profesional o un tratamiento para lograrlo.

signos de adicción



El signo de adicción más obvio es la necesidad de consumir una determinada droga o sustancia. Sin embargo, hay muchos otros signos que pueden indicar una posible adicción, como los cambios de humor o la perdida o el incremento de peso. (Aunque estos signos pueden también indicar otros problemas, como depresión o trastornos de la alimentación.)

Los signos de que tú o alguien que conozcas puede tener una adicción a una droga o al alcohol incluyen:

Signos psicológicos:

  • consumir drogas o alcohol como una manera de olvidar los problemas o para relajarse
  • retraerse u ocultar secretos a la familia y los amigos
  • pérdida de interés en actividades que antes eran importantes
  • problemas con el rendimiento escolar, como sacar peores notas o faltar a la escuela
  • cambios en las amistades, como salir con amigos que consumen drogas
  • pasar el tiempo pensando cómo conseguir drogas
  • robar o vender pertenencias para pagar las drogas
  • intentos fallidos de dejar de consumir drogas o de beber
  • ansiedad, ira o depresión
  • cambios en el estado de ánimo

Signos físicos:
  • cambios en los hábitos de sueño
  • sentirse débil o encontrarse mal al intentar dejar de consumir la sustancia
  • necesidad de consumir mayor cantidad de esa sustancia para conseguir el mismo efecto
  • cambios en los hábitos de alimentación, incluida pérdida o incremento de peso

Definición



Adicción significa que una persona no puede controlar su deseo de consumir una droga o de beber. Alguien que es adicto a la cocaína,se ha habituado tanto a la droga que no puede dejar de consumirla.La adicción puede ser física, psicológica o de ambos tipos.

Abuso de sustancias y adicción

La diferencia entre el abuso de sustancias y la adicción es muy leve. Abuso de sustancias significa consumir una sustancia ilegal o utilizar una sustancia legal de manera incorrecta. La adicción empieza como abuso, o consumiendo sustancias como la marihuana o la cocaína. Puedes consumir una droga (o alcohol) sin tener una adicción. Por ejemplo, sólo porque Sara haya fumado marihuana unas cuantas veces no significa que tenga una adicción, pero sí que ha consumido una droga, y esto puede conducir a una adicción.

Las personas pueden volverse adictas a todo tipo de sustancias. Cuando pensamos en una adicción, normalmente pensamos en alcohol o en drogas ilegales. Pero las personas pueden volverse adictas a medicamentos, al tabaco, incluso al pegamento. Y algunas sustancias son más adictivas que otras: drogas como el crack o la heroína son tan adictivas, que probarlas una o dos veces puede ser suficiente para que la persona que las consuma pierda el control


Adicción física

Ser físicamente adicto significa que el cuerpo de una persona se vuelve dependiente de una sustancia particular (incluso fumar puede ser adictivo). También aumenta la tolerancia de la persona a esa sustancia, de modo que la persona necesita una dosis cada vez mayor para obtener el mismo efecto. Alguien que es físicamente adicto y deja de consumir una sustancia, como drogas, alcohol o tabaco, experimenta un síndrome de abstinencia. Algunos síntomas del síndrome de abstinencia son diarrea, temblores y sentirse pésimo en general.


Adicción psicológica

Ocurre cuando el anhelo de consumir una droga es psicológico o emocional. Las personas que son psicológicamente adictas sienten que el deseo de consumir una droga les supera. Pueden mentir e incluso robar para conseguirla.

Una persona cruza la línea que separa el consumo de la dependencia cuando ya no utiliza la droga para divertirse o para "colocarse", sino que se ha vuelto dependiente de ella. Su vida se centra en su necesidad de la droga. Una persona adicta —tanto si tiene una adicción física como psicológica o ambas— siente que no puede dejar de consumir la droga.

Estimulates: Tabaco

El tabaco es un producto vegetal que se obtiene de la planta conocida como Nicotiana (con numerosas diferentes especies) siendo además el elemento principal y central de los cigarrillos de tabaco, los más populares y consumidos. El tabaco es originario de América, habiendo sido utilizado por los americanos por mucho tiempo antes de que los europeos lo descubrieran en el siglo XV y lo llevaran de vuelta a sus tierras. El tabaco es hoy en día uno de los principales productos que se consumen en el mundo debido a que cuenta con importantes propiedades adictivas que hacen que el consumidor genere una importante dependencia hacia él.

El tabaco es considerado una de las sustancias más adictivas y nocivas que consume libremente el ser humano en la actualidad (a diferencia de otras que se consideran ilegales). El tabaco se consume principalmente a través de la inhalación del humo que su combustión genera, ya que no es normal consumir como comida el tabaco. Hoy en día, los cigarrillos de tabaco cuentan con muchos otros elementos también nocivos y adictivos que hacen casi imposible dejar el consumo y por eso las empresas tabacaleras, aquellas que se dedican a la fabricación de estos productos, son ex
tremadamente poderosas y ricas.

Además de generar gran adicción, el tabaco genera otros problemas principales que se incrementan al no poder la persona dejar de consumirlo. Entre estos daños podemos señalar principalmente afecciones al sistema respiratorio (especialmente a los pulmones), a los órganos de la boca, al sistema cardiovascular (al favorecer la acumulación de colesterol) y otros problemas más. En la actualidad, existen numerosos programas y centros de ayuda que buscan facilitar a las personas el abandono del tabaco debido al perjuicio que el mismo significa para la salud y de lo difícil que se vuelve discontinuar su consumo.

... via Definicion ABC http://www.definicionabc.com/general/tabaco.php

Depresores: Alcohol


El alcohol etílico o etanol es un ingrediente intoxicante que se encuentra en la cerveza, el vino y el licor. El alcohol se produce a través de la fermentación de la levadura, las azúcares y los almidones. Es un depresor del sistema nervioso central que se absorbe rápidamente en el estómago y el intestino delgado al torrente sanguíneo. Una bebida estándar equivale a 0.6 onzas de etanol puro. Una bebida estándar se considera 12 onzas de cerveza, 8 onzas de licor de malta, 5 onzas de vino o 1.5 onzas de licor fuerte (un "shot") como el tequila, el ron, el vodka o el whisky


El alcohol afecta a todos los órganos del cuerpo del bebedor y puede dañar al feto en desarrollo. La intoxicación puede dañar la función cerebral y las habilidades motoras; el uso intenso puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer, ataques al cerebro y enfermedades del hígado. El alcoholismo o la dependencia del alcohol es una enfermedad que se puede diagnosticar, y que se caracteriza por un deseo fuerte por el alcohol y su uso continuado a pesar de las consecuencias nocivas para la persona. El abuso del alcohol, que puede llevar al alcoholismo, es un patrón de consumo que resulta en un deterioro de la salud, de las relaciones interpersonales o de la capacidad de trabajar.

Estimulantes: Cocaína

La cocaína es un estimulante extremadamente adictivo que afecta directamente al cerebro. La cocaína ha sido llamada la droga de los años ochenta y noventa por su gran popularidad y uso extendido en esas décadas. Sin embargo, no es una droga nueva. En realidad, la cocaína es una de las drogas que se conoce desde hace más tiempo. Las hojas de la coca, de donde se obtiene la cocaína, se han ingerido por miles de años, mientras que la sustancia química pura, el clorhidrato de cocaína, se ha consumido por más de 100 años. 

Los efectos de la cocaína se presentan casi inmediatamente después de una sola dosis y desaparecen en cuestión de minutos o dentro de una hora. Los que consumen cocaína en cantidades pequeñas generalmente se sienten eufóricos, energéticos, conversadores y mentalmente alertas, particularmente con relación a las sensaciones visuales, auditivas y del tacto. La cocaína también puede disminuir temporalmente el apetito y la necesidad de dormir. Algunos consumidores sienten que la droga les ayuda a realizar más rápido algunas tareas simples, tanto físicas como intelectuales, mientras que a otros les produce el efecto contrario.

Los efectos fisiológicos a corto plazo que resultan del consumo de cocaína incluyen contracción de los vasos sanguíneos, dilatación de las pupilas y aumentos en la temperatura corporal, la frecuencia cardiaca y la presión arterial. Puede llevar a un comportamiento más extravagante, errático y violento. Algunas personas que consumen cocaína han reportado desasosiego, irritabilidad y ansiedad. También pueden tener temblores, vértigos, espasmos musculares o paranoia. Además, puede haber graves complicaciones médicas asociadas con el abuso de la cocaína. Entre las complicaciones más frecuentes se encuentran algunos efectos cardiovasculares como alteraciones en el ritmo cardiaco y ataques al corazón; algunos efectos neurológicos incluyendo ataques cerebrovasculares, convulsiones, dolores de cabeza y hasta coma; y complicaciones gastrointestinales, como dolor abdominal y náusea. En raras ocasiones, puede ocurrir la muerte súbita la primera vez que se prueba la cocaína o de forma inesperada al consumirla subsiguientemente. Las muertes ocasionadas por la cocaína suelen ser el resultado de un paro cardiaco o de convulsiones seguidas por un paro respiratorio.

Estimulantes: Metilxantina


Las metilxantinas son un grupo de alcaloides estimulantes del Sistema nervioso central (SNC), las cuales son la teofilina (té), la teobromina (chocolate) y la cafeína (café).
Alrededor de la mitad de la población de todo el mundo consume estos alcaloides diariamente. Este grupo comparte una estructura especial relacionada con el ácido úrico.

La cafeína es 1,3,7- trimeltilxantina, la teofilina es 1,3- dimetilxantina y la teobromina es 3,7-dimetilxantina. Las metilxantinas tienen escasa solubilidad, la cual se intensifica por la formación de complejos (1:1) con diversos compuestos.

La cafeína es un alcaloide del grupo de las xantinas, sólido cristalino, blanco y de sabor amargo, que actúa como una droga psicoactiva, levemente disociativa y estimulante por su acción antagonista no selectiva de los receptores de adenosina.

La teofilina es un alcaloide de la familia metilxantina, la misma a la que pertenecen la cafeína y la teobromina, caracterizada por ser estimulante del sistema nervioso central y broncodilatadora. Se encuentra naturalmente en el té negro, en el té verde y en la yerba mate.
Es especialmente diurética, por lo que ayuda a la eliminación de líquidos, a través de la orina. Funde a 272 °C. Su nombre químico es: 1,3 dimetilxantina
Su principal efecto es la dilatación general de los vasos periféricos, broncodilatación (usado para tratar el asma), estimulación a nivel de la corteza cerebral, sensación de calor en la piel, y pesadez de piernas y brazos.

La teobromina provoca mutaciones en bacterias y en eucariotas simples, pero aparentemente no ocurre así en eucariotas complejas. 
Esta sustancia se encuentra en la planta del cacao (Theobroma cacao), principalmente en las semillas, las cuales contienen entre un 1% a un 4% de ésta. Al fermentar y secar las semillas, y luego procesar el extracto obtenido, se obtiene el chocolate. El chocolate negro contiene aproximadamente 1,5% de teobromina, esto es diez veces más que el chocolate con leche común.


Las metilxantinas comparten algunas acciones farmacológicas de interés terapéutico, tales como la relajación del músculo liso (bronquios principalmente), son estimulantes del SNC así como del músculo cardiaco. Sobre los riñones tienen un efecto diurético.

Son infrecuentes las intoxicaciones letales por la ingestión de cafeína.

Depresores: Analgésicos narcóticos

   
Los analgésicos narcóticos (también llamados analgésicos opiáceos) se emplean sólo para el dolor que es intenso y que no se alivia por medio de otros tipos de analgésicos. Cuando se utilizan cuidadosamente y bajo el cuidado directo de un médico, estos fármacos pueden ser eficaces para reducir el dolor.

Los analgésicos narcóticos funcionan al fijarse a receptores en el cerebro, lo cual bloquea la sensación de dolor. Cuando se usan cuidadosamente y bajo el cuidado directo de un médico, pueden ser efectivos para reducir el dolor. Casi siempre, usted no debe usarlos por más de 3 a 4 meses.

NOMBRES DE NARCÓTICOS


  • Codeína
  • Fentanilo (Duragesic): disponible en parche
  • Hidrocodona (Vicodin)
  • Hidromorfona (Dilaudid)
  • Meperidina (Demerol)
  • Morfina (MS Contin)
  • Oxicodona (Oxycontin, Percocet, Percodan)
  • Tramadol (Ultram)


TOMAR ANALGÉSICOS NARCÓTICOS

Estos fármacos se pueden tomar en exceso y volverse adictivos y han estado relacionados con muertes por sobredosis accidental. Siempre tome los analgésicos narcóticos como se los recetaron. El médico puede sugerirle que sólo tome el medicamento cuando sienta dolor.

O el médico puede sugerirle que tome un analgésico narcótico en un horario regular. Dejar que el efecto del analgésico pase antes de tomar más de éste puede hacer que el dolor sea difícil de controlar.

Tomar analgésicos narcóticos para controlar el dolor del cáncer u otros problemas de salud no lleva en sí mismo a la adicción.

Guarde los analgésicos narcóticos en forma segura en su casa.

Usted puede necesitar un algiólogo (médico especializado en el alivio del dolor) para que lo ayude a manejar el dolor prolongado.

EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS ANALGÉSICOS NARCÓTICOS



La somnolencia y el deterioro del juicio se presentan con frecuencia con estos medicamentos. Al tomar analgésicos narcóticos, no beba alcohol, no conduzca ni tampoco opere maquinaria pesada.

Usted puede aliviar la picazón reduciendo la dosis o hablando con su médico acerca del cambio de medicamentos.

Para ayudar con el estreñimiento, tome más líquidos, haga más ejercicio, consuma alimentos con fibra extra y use ablandadores de heces si es necesario.

Si se presentan náuseas o vómitos, trate de tomar los analgésicos narcóticos con el alimento.

Los síntomas de abstinencia son comunes cuando usted deja de tomar un narcótico. Los síntomas incluyen un fuerte deseo (anhelo vehemente) por el medicamento, bostezar, insomnio, agitación, cambios de estado de ánimo, diarrea. Para prevenir los síntomas de abstinencia, el médico le puede recomendar que reduzca gradualmente la dosis con el tiempo.



Alucinogenos: Mescalina


La mescalina es una droga que se encuentra en una variedad de cactus, especialmente peyote, cactus San Pedro y antorcha peruana

Quizás la forma más popular de ser utilizada la mescalina es mediante inmersión o masticando botones de peyote, los pequeños bultos en forma de botón que se forman en el cactus. Pero el material del cactus también se puede convertir en polvo, convertirlo en un té o transformarlo de otro modo, y la droga también se puede sintetizar en un laboratorio.

El uso de mescalina y peyote parece remontarse hasta el 4.000 AC. El Peyote también fue utilizado médicamente, ya que tiene propiedades antisépticas.

La mescalina es un alucinógeno, y ha sido utilizada por los nativos americanos como parte de rituales religiosos. Algunas tribus hoy en día todavía la utilizan de esta manera. Su uso se ha centrado principalmente en torno al suroeste de Estados Unidos, Texas y México.

Como droga de abuso, la mescalina se clasifica como un alucinógeno, similar en efecto al LSD. Un consumidor de mescalina puede tener recuerdos de experiencias pasadas de drogas, como sucede con el LSD. Los efectos de la mescalina tendrán una duración de alrededor de doce horas.

No se considera que la mescalina crea adicción física, como lo haría un opiáceo, pero rápidamente se produce una tolerancia, lo que significa que el consumidor de mescalina que abusa de la droga repetidamente, tendría que aumentar la dosis. La droga también se puede volver psicológicamente adictiva, lo que significa que una persona depende de la droga para pasar a través de la vida y sufre efectos adversos si deja de consumirla.

Depresores: Disolventes inhalantes

Foto de productos de limpiezaLos inhalantes son sustancias volátiles que producen vapores químicos que se pueden inhalar para provocar efectos psicoactivos o de alteración mental. Si bien hay otras sustancias de abuso que se pueden inhalar, el término "inhalantes" se utiliza para describir una variedad de sustancias cuya característica principal es que rara vez, o nunca, son usadas por otra vía que no sea la de la inhalación. Esta definición abarca una amplia gama de sustancias químicas que pueden tener diversos efectos farmacológicos y que se encuentran en cientos de productos diferentes. Como resultado, es difícil lograr una clasificación precisa de los inhalantes. Uno de los sistemas de clasificación establece cuatro categorías generales de inhalantes basándose en las formas más comunes en que estos se encuentran en los productos domésticos, industriales y médicos. Estas cuatro categorías son: disolventes volátiles, aerosoles, gases y nitritos.

Los disolventes volátiles son líquidos que se vaporizan a temperatura ambiente. Se encuentran en una variedad de productos económicos que se pueden obtener fácilmente y que son de uso común doméstico e industrial. Estos incluyen los diluyentes y removedores de pinturas, líquidos para lavado en seco, quitagrasas, gasolinas, pegamentos, correctores líquidos y marcadores con punta de fieltro.

Los aerosoles son rociadores que contienen propulsores y disolventes. Estos incluyen las pinturas pulverizadas, atomizadores para desodorantes y fijadores de pelo, rociadores de aceite vegetal para cocinar y rociadores para limpiar.

Los gases incluyen las anestesias de uso médico así como aquellos gases que se utilizan en productos domésticos o comerciales. Los gases anestésicos de uso médico incluyen el éter, el cloroformo, el halotano y el óxido nitroso, comúnmente conocido como "gas hilarante". Entre estos, el óxido nitroso es el gas más abusado y se puede encontrar en los dispensadores de crema batida y los productos que incrementan los octanajes en los carros de carrera. Otros productos caseros y comerciales que contienen gases son los encendedores de butano, los tanques de gas propano y los refrigerantes.

Los nitritos a menudo se consideran una clase especial de inhalantes. A diferencia de la mayoría de los demás inhalantes que actúan directamente sobre el sistema nervioso central (SNC), los nitritos principalmente dilatan los vasos sanguíneos y relajan los músculos. Asimismo, mientras que los demás inhalantes se utilizan para alterar el estado de ánimo, los nitritos se usan principalmente para intensificar el placer sexual. 

Por lo general, las personas que abusan de los inhalantes usan cualquier sustancia a su alcance. Sin embargo, como los efectos producidos por los diferentes inhalantes varían, algunas personas hacen lo imposible para conseguir su inhalante preferido. Por ejemplo, en ciertas partes del país, uno de los favoritos es el "Texas shoeshine" ("betún tejano"), un aerosol para lustrar zapatos que contiene la sustancia química tolueno.

Depresores: Anestésicos

Anestésico: constituye un grupo farmacológico usado para deprimir el sistema nervioso central de manera que permita la realización de procederes nocivos o desagradables, o prevenir/aliviar el Dolor mediante el bloqueo de la conducción nerviosa cuando se inyecta localmente en el tejido nervioso.

Los Anestésicos se pueden dividir en: Anestésicos locales y Anestésicos generales.

Anestésicos generales

Constituyen un grupo farmacológico usado para deprimir el sistema nervioso central, de manera que permitan la realización de procederes Quirúrgicos u otros procedimientos nocivos o desagradables. Estos pueden administrarse preferentemente por vía intravenosa o inhalatoria. El estado fisiológico de anestesia general suele incluir Analgesia, Amnesia, pérdida de conciencia, inhibición de reflejos sensitivos y autónomos y relajación de Músculos esqueléticos. Los Anestésicos generales producen diversos grados de Analgesia, Depresión de la conciencia, relajación del músculo esquelético y reducción de la actividad refleja.Pertenecen a este grupo:

  • Fentany
  • Halotano
  • Fluotano
  • Isoflurano
  • Ketamina
  • Óxido Nitroso
  • Propofol
  • Tiopental Sódico
  • Anestésicos locales
Previenen o alivian el Dolor mediante el bloqueo de la conducción nerviosa cuando se inyectan localmente en el tejido nervioso mediante su fijación en receptores específicos impidiendo la entrada de Sodio a la fibra nerviosa y se pueden dividir en dos grupos; Amidas y Ésteres, lo cual depende del tipo de enlace químico que posea la molécula. Son Anestésicos locales:

  • Bupivacaína clorhidrato
  • Mepivacaína clorhidrato
  • Procaína clorhidrato
  • Tetracaína
  • Lidocaína clorhidrato (Bulbo 2 %, con preservo, x 5 y 20 mililitros)
  • Lidocaína al 2 %
  • Lidocaína hiperbárica Lidocaína 2 %+Epinefrina
  • Lidocaína (Jalea 2 % x 25 gramos)
  • Lidocaína spray 10 %
  • Lidocaína (Bulbo 2 %, sin preservo, x 2 mililitros)
Amidas

  • Los Anestésicos locales derivados del grupo amida son:
  • Bupivacaína
  • Dibucaína
  • Etidocaína
  • Lidocaína
  • Mepivacaína
  • Prilocaína
  • Ésteres

Depresores; Hipnóticos


Hipnóticos
    
Son medicamentos que causan sueño o pérdida parcial del conocimiento.
Los hipnóticos (somníferos) se prescriben para el insomnio (dificultad para dormir). Estos fármacos incluyen benzodiacepinas y no benzodiacepinas.

Los hipnóticos sólo se deben tomar bajo la supervisión de un médico. Pueden ser peligrosos cuando se mezclan con alcohol o entre sí, ya que pueden llevar a un exceso de somnolencia (sedación) e incluso a la muerte.

Hipnóticos benzodiacepínicos
  • Las benzodiacepinas de acción prolongada abarcan flurazepam (Dalmane), clonazepam (Klonopin) y quazepam (Doral).
  • Las benzodiacepinas de acción corta o media abarcan triazolam (Halcion), lorazepam (Ativan), alprazolam (Xanax), temazepam (Restoril), oxazepam (Serax), prazepam (Centrax), estazolam (ProSom) y flunitrazepam (Rohypnol). Las benzodiacepinas de acción corta pueden ser útiles para viajeros en avión que quieran reducir los efectos de los desfases horarios.
  • En general, las benzodiacepinas son medicamentos seguros y eficaces para el insomnio y algunos trastornos de ansiedad; sin embargo, su uso diario y prolongado puede llevar a la adicción en algunas personas. Los antidepresivos, que no son adictivos, con frecuencia se usan para el tratamiento a largo plazo de muchos trastornos de ansiedad.
  • Las benzodiacepinas pueden tener muchos efectos secundarios. Los más comunes son la somnolencia diurna y una sensación de resaca, que puede aumentar el riesgo de accidentes automovilísticos. Las benzodiacepinas también pueden empeorar ciertos problemas respiratorios y pueden llevar a caídas en los ancianos. Las benzodiacepinas tomadas durante el embarazo pueden estar asociadas con defectos congénitos (como el paladar hendido).
  • Las benzodiacepinas pueden ser peligrosas cuando se utilizan en combinación con el alcohol o entre sí. Las sobredosis pueden ser graves, aunque muy rara vez son mortales.
  • Con el tiempo, estos fármacos pueden perder su efectividad. La gente puede querer aumentar su dosis, lo cual puede llevar finalmente a la adicción en algunas personas.
  • Los síntomas de abstinencia pueden ser muy serios si usted deja de tomar las benzodiacepinas repentinamente. Dichos síntomas pueden abarcar insomnio, ansiedad, y, en casos extremos, la muerte. 
Hipnóticos no benzodiacepínicos

Los medicamentos más nuevos llamados no benzodiacepínicos pueden mejorar el insomnio con menos efectos secundarios que las benzodiacepinas. Sin embargo, como se acotó arriba, algunas veces causan comportamientos peligrosos o extraños, como conducir, hacer llamadas telefónicas o comer estando dormido. En general, estos fármacos se recomiendan para su uso a corto plazo (1 a 4 semanas), debido a que también pueden volverse adictivos.
  • Zaleplon (Sonata) dura por un tiempo corto, de manera que es mejor para personas que tengan problemas para conciliar el sueño.
  • Zolpidem (Ambien, Ambien CR) es uno de los fármacos más comúnmente recetados para el insomnio. Dura más tiempo que el zaleplon. Usted no debe tomarlo a menos que planee dormir de 7 a 8 horas.
  • Eszopiclona (Lunesta) mejora el insomnio.
  • Ramelteon (Rozerem) es el tipo de hipnótico más nuevo. Una ventaja de este medicamento es que no crea hábito.

Depresores: Neurolépticos & Ansiolíticos

Neurolépticos o tranquilizantes mayores
Se trata de sustancias utilizadas para tratar la depresión, las manías y las psicosis, y muchas de ellas se venden sin prescripción médica en la mayoría de farmacias. Entre éstas se encuentran las fenotiazinas, el haloperidol y la reserpina.
Conocidos como neurolépticos (del griego neuro, “nervio”, y lepto, atar, producen un estado de indiferencia emocional, sin alterar la percepción ni las funciones intelectuales.Sumamente tóxicos, poseen efectos secundarios tales como parkinsonismo, destrucción de células de la sangre, arritmia cardíaca, anemia, obstrucción hepática, vértigos, retención urinaria, estreñimiento, irregularidad menstrual, atrofia testicular, congestión nasal, bruscos ataques de parálisis muscular, síndromes malignos como hipertermia y muerte inesperada.
Ansiolíticos o tranquilizantes menores
Habitualmente usados para tratar las neurosis, la etimología de su nombre, ansiolíticos, significa “liquidador de la ansiedad”. En el mercado español se comercializan con distintos nombres. Según estadísticas farmacológicas actuales, estas drogas constituyen la mitad de todos los psicofármacos consumidos en el mundo, a pesar de que producen un síndrome de abstinencia muy grave. En dosis mayores funcionan como hipnóticos o inductores del sueño; también algunos se usan como relajantes musculares. Producen letargia, estupor y coma, con relativa facilidad. En caso de adicción pueden inducir a la aparición de alteraciones hemáticas. Al abandonar su consumo pueden aparecer episodios depresivos, desasosiego o insomnio, que suelen ser muy duraderos.

Alucinógenos: Marihuana

Cannabis sativa – Hachis – Marihuana
El cannabis sativa es un arbusto silvestre que crece en zonas templadas y tropicales, pudiendo llegar una altura de seis metros, extrayéndose de su resina el hachís.
Su componente psicoactivo más relevante es el delta–9-tetrahidrocannabinol (delta-9-THC), conteniendo la planta más de sesenta componentes relacionados. Se consume preferentemente fumada, aunque pueden realizarse infusiones, con efectos distintos. Un cigarrillo de marihuana puede llegar a contener 150 mg. de THC, y llegar hasta el doble si contiene aceite de hachís, lo cual según algunos autores puede llevar al síndrome de abstinencia si se consume entre 10 y 20 días.
La tolerancia está acreditada, siendo cruzada cuando se consume conjuntamente con opiáceos y alcohol. Respecto a la dependencia, se considera primordialmente psíquica. Los síntomas característicos de la intoxicación son: ansiedad, irritabilidad, temblores, insomnios, muy similares a los de las benzodiacepinas.
Puede presentarse en distintas modalidades de consumo, sea en hojas que se fuman directamente, en resina del arbusto o en aceite desprendido de éste último. El color de la hoja va del verde amarillento al marrón oscuro según el lugar de procedencia. De la modalidad en que se presente la droga dependerá su denominación: “marihuana” es el nombre de las hojas del cáñamo desmenuzadas, que después de secarse y ser tratadas pueden fumarse (también es conocida como “hierba”, “marijuana”, mariguana”, “mota”, “mafú”, “pasto”, “maría”, “monte”, “moy”, “café”, “chocolate”, etc.; en inglés se la conoce como: “pot”, “herb”, “grass”, “weed”, “Mary Jane”, “reefer”, “skunk”, “boom”, “gangster”, “kif”, “ganja”, etc.); su efecto es aproximadamente cinco veces menor que el del hachís. El nombre hachís (también conocido como “hashis”) deriva de los terribles asesinos (hashiscins) árabes, que combatieran en las cruzadas entre los años 1090 y 1256.
El hachís se obtiene de la inflorescencia del cáñamo hembra, sustancia resinosa que se presenta en forma de láminas compactas con un característico olor. La marihuana es la forma más frecuente, conteniendo de 0,3 a 3 % de delta THC; la concentración de THC llega al 10 % en el hachís, siendo su efecto diverso según factores como la velocidad con la que se fuma, la duración de la inhalación, cantidad inhalada, tiempo que el consumidor retiene la respiración después de inhalar y el estado anímico del sujeto. El consumo oral, tanto de marihuana como de hachís, implica efectos psicológicos similares a los expresados en la forma fumada pero de mayor intensidad y duración y con efectos nocivos potenciados.
La constancia escrita más antigua sobre su consumo data de la época del Emperador chino SHEN NUNG en el 1237 a.C. También fue conocido por los asirios y griegos del siglo V a.C. En la India hay constancia de su utilización desde hace más de 2.000 años, con finalidad de tipo místico en muchas ocasiones. Hay descripciones en el Antiguo Testamento sobre la sustancia, aunque de forma vaga y no comprobada. Hay casi absoluta certeza de su consumo por los griegos según unánimes referencias doctrinales, así como por los romanos, siendo los árabes los que la comercializaron en su área de influencia. Posiblemente las tropas de Napoleón la extendieron por Europa, en el siglo XIX.
Los árabes utilizaron la droga como calmante de enfermedades mentales. Terapéuticamente se aconsejó para tratamientos de insomnio y como sedante para el dolor. También se prescribió para terapias de patologías nerviosas, así como para el tratamiento de la tos, temblores en parálisis compulsivas, espasmos de vejiga e impotencia sexual que no provenga de enfermedad orgánica. Así mismo se recomendó como afrodisiaco, antineurálgico, tranquilizante para maníaco-depresivo, antihistérico, tónico cerebral, remedio para el vómito nervioso, epilepsia y enfermedades nerviosas.
Estas recomendaciones fueron posteriormente desaconsejadas unánimemente por la medicina, estando en la actualidad en estudio sólo la legalización de un fármaco derivado de esta sustancia para mitigar los dolores en enfermos cancerosos. Este empleo terapéutico ha creado profundas polémicas. En la actualidad, existe acuerdo científico en que la marihuana no puede considerarse medicamento en ninguna de las formas en que es consumida por los adictos. Al tratar su posible uso como medicamento, se distingue entre la marihuana y el THC puro y otros químicos específicos derivados del cánnabis. La marihuana pura contiene cientos de químicos, algunos de ellos sumamente dañinos a la salud. El THC en forma de píldora para consumo oral (no se fuma) podría utilizarse en el tratamiento de los efectos colaterales (nauseas y el vómito) en algunos tratamientos contra el cáncer. Otro químico relacionado con el THC (nabilone) ha sido autorizado por la “Food and Drug Administration” de Estados Unidos para el tratamiento de los enfermos de cáncer que sufren náuseas. En su forma oral, el THC también se usa en enfermos de SIDA, porque les ayuda a comer mejor y mantener su peso. Los científicos estudian la posibilidad de que el THC y otros químicos relacionados con la marihuana tengan ciertos valores medicinales. Algunos piensan que estos químicos se podrían usar en el tratamiento del dolor severo, pero es necesario tener más evidencia antes de usarlos para el tratamiento de problemas médicos.
Durante los años sesenta comienza el consumo casi masivo de esta sustancia así como de otras alucinógenas como el LSD, peyote, etc. En el mundo de la música y luego entre la burguesía intelectual norteamericana cundió la moda de fumar marihuana y hachís, extendiéndose a Europa Occidental.
El cánnabis fue un signo más del movimiento contracultural pretendiendo una nueva ideología, dentro de la burguesía, basada en el pacifismo, el orientalismo, el amor libre y la vida en la naturaleza. Al principio el consumo afectó a estudiantes y clases altas y medias, para después extenderse por todos los estratos sociales, consumiéndose junto con alcohol y comenzando a crear problemas sanitarios. A pesar de ser una sustancia ilegal, su consumo continúa en aumento. Está probada la relación entre el consumo de esta droga y otras como alcohol, LSD, cocaína, anfetaminas y opiáceos, habiéndose probado su función en la escalada a drogas más peligrosas.
Las modalidades de marihuana disponibles a los jóvenes son más potentes que las que existían en la década del ’60. Ello se debe a que los laboratorios clandestinos de los traficantes han conseguido realizar cambios a nivel genético en el cánnabis mediante sofisticados métodos de biotecnología, resultando en una mayor concentración de THC. La potencia de la droga se mide de acuerdo a la cantidad promedio de THC que se encuentra en las muestras de marihuana que confiscan las agencias policíacas.

La marihuana común contiene un promedio de 3 % de THC, pudiendo alcanzar el 5,5 %. La resina tiene desde 7.5 %, llegando hasta 24 %. El hachís (resina gomosa de las flores de las plantas hembras) tiene un promedio de 3.6 %, pero puede llegar a tener hasta 28 %. El aceite de hachís, un líquido resinoso y espeso que se destila del hachís, tiene un promedio de 16 % de THC, pero puede llegar a tener hasta 43 %.

El THC afecta a las células del cerebro encargadas de la memoria. Eso hace que la persona tenga dificultad en recordar eventos recientes (como lo que sucedió hace algunos minutos), y hace difícil que pueda aprender mientras se encuentra bajo la influencia de la droga. Para que una persona pueda aprender y desempeñar tareas que requieren de más de dos pasos, es necesario que tenga una capacidad normal de memoria a corto plazo. Estudios recientes demuestran que la marihuana crea disfunciones mentales y disminución de la capacidad intelectual en las personas que la fuman mucho y por muchos años. En un grupo de fumadores crónicos en Costa Rica, se encontró que los sujetos tenían mucha dificultad en recordar una corta lista de palabras (que es una prueba básica de memoria). Las personas en el estudio también tuvieron gran dificultad en prestar atención a las pruebas que se les presentaron.
Es posible que la marihuana destruya las células de ciertas regiones especializadas del cerebro. Los científicos han observado que cuando se dieron altas dosis de THC a las ratas de laboratorio, presentaron pérdida de células cerebrales similares a las que se encuentran entre los animales ancianos. Los cerebros de ratas de entre 11 y 12 meses de edad (aproximadamente la mitad de sus vidas) tenían las características los de animales ya viejos.
Existen serias preocupaciones por sus efectos a largo plazo sobre la salud. Por ejemplo, un grupo de científicos de California examinó el estado de salud de 450 fumadores cotidianos (diarios) de marihuana (que no fumaban tabaco). En comparación con otras personas no fumadoras, estas personas tenían más ausencias de trabajo por enfermedad y más visitas médicas por problemas respiratorios y otras enfermedades. Los resultados indican que el uso regular de la marihuana o del THC son factores que provocan cáncer y problemas en los sistemas respiratorio, inmunológico y reproductivo.

Estimulantes

Son estimulantes las anfetaminas, la cocaína, el éxtasis y las metilxantinas (cafeína, teofilina, mateína y otros). Estas drogas alteran el estado mental y estimulan el cerebro y el sistema nervioso central. El efecto que producen es el de aumentar y acelerar la actividad funcional. La forma de administración es variada: puede ser mediante ingestión, inyectada por vía intravenosa o aspirada por mucosas nasales.

EFECTOS A CORTO PLAZO


Los efectos a corto plazo de los estimulantes son el agotamiento, la apatía y la depresión del “bajón” que sigue al “viaje”. Este es el agotamiento inmediato y duradero que rápidamente lleva a que el consumidor de estimulantes desee el fármaco otra vez. En poco tiempo, no estará tratando de tener un “viaje”, sino que tratará de estar “bien” y sentir al menos algo de energía.

EFECTOS A LARGO PLAZO


Los estimulantes pueden ser adictivos. Altas y repetidas dosis de algunos estimulantes durante un corto período de tiempo pueden conducir a sentimientos de hostilidad o paranoia. Esas dosis también pueden dar lugar a temperaturas corporales peligrosamente altas y a un latido irregular del corazón.